10 de noviembre de 2006

Qué es ser friki por Jaime Nubiola

Entre la gente joven se utiliza de manera creciente el término "friki" para referirse a personas o situaciones muy diversas. Hay quienes dicen que todos tenemos nuestro punto de friki, y otros que limitan ese apelativo a aquellos que están polarizados casi de manera obsesiva con programas de ordenador, videojuegos, cómics japoneses, novelas góticas y otros elementos relativamente marginales de la cultura juvenil. Me dicen que quien compra un diente de tiburón por cinco euros a través de internet es claramente un friki, pero también puede serlo quien viste preferentemente de negro. Un friki es casi siempre antisocial, encerrado en su propio mundo, pero a menudo socializa intensamente con otros frikis como él. Un friki es marginal y obsesivo, es un raro, pero también es cada vez más normal esto de ser raro. Para unos llamar a alguien friki es un insulto, mientras que otros se enorgullecen de ser totalmente frikis. Del mosaico de respuestas incompatibles que obtuve de esta primera investigación entre la gente joven, concluí que la palabra "friki" tenía muchos sentidos y que no estaba muy claro en qué consistía realmente ser friki.

Para ganar en claridad acudí a Google y encontré en Wikipedia una página muy completa sobre la historia y las características de lo friki y el frikismo , e incluso una página dedicada al día del orgullo friki, el 25 de mayo, en conmemoración del estreno del enésimo episodio de Star Wars en el 2006.

El lenguaje juvenil es interesante en sí mismo, pero además, muy a menudo, sugiere horizontes insospechados para la reflexión filosófica, pues apunta a fenómenos emergentes nuevos en el ámbito de la cultura o de los comportamientos sociales (por ejemplo, la ambigüedad del verbo "salir"). En esta ocasión, después de escuchar a diversos estudiantes sobre esta materia, y tratar de adentrarme en la esencia del frikismo, vino a mi memoria la discusión del esencialismo que lleva a cabo Wittgenstein en los parágrafos 65-71 de las Investigaciones filosóficas.

Estaba analizando Wittgenstein cuál era la esencia del lenguaje y después de enumerar múltiples usos del lenguaje, los diversos juegos de lenguaje, se objeta a sí mismo: "No has dicho en ninguna parte qué es lo esencial de un juego de lenguaje y, por tanto, del lenguaje. Qué es común a todos esos procesos y los convierte en lenguaje, o en partes del lenguaje. Te ahorras, pues, justamente la parte de la investigación que te dio en su tiempo más quebraderos de cabeza, a saber, la tocante a la forma general de la proposición y del lenguaje" (IF & 65). Algo parecido podría objetarme yo ahora: te has dedicado a preguntar a la gente joven a quiénes consideran frikis, cuándo usan la palabra friki o sus derivados (frikada, frikaja, etc.), pero no te has adentrado en cuál es la esencia de lo friki, qué es ser friki en sí mismo.

Mi respuesta a esa objeción no puede ser muy distinta de la de Wittgenstein. No hay un conjunto de propiedades necesarias y suficientes que deban poseer todos los frikis. Parafraseando a Wittgenstein, no hay algo que sea común a todos los que llamamos frikis, "no hay nada en absoluto común a estos fenómenos por lo que empleemos la misma palabra para todos, sino que están emparentados entre sí de muchas maneras diferentes. Y a causa de este parentesco, o de estos parentescos, los llamamos a todos" (IF &65) frikis.

No digas: "Tiene que haber algo común a ellos o no los llamaríamos frikis", sino mira si hay algo común a todos ellos. Si los miras no verás algo que sea común a todos, sino que verás semejanzas, parentescos y ciertamente toda una serie de ellos. Como se ha dicho: ¡no pienses, sino mira! Y el resultado de ese examen es el siguiente: Vemos una complicada red de parecidos que se superponen y entrecruzan. Parecidos a gran escala y de detalle. No puedo caracterizar mejor esos parecidos que con la expresión "parecidos de familia"; pues es así como se superponen y entrecruzan los diversos parecidos que se dan entre los miembros de una familia: estatura, facciones, color de los ojos, andares, temperamento, etc., etc. —Y diré: los 'frikis' componen una familia (cf. IF & 66-67).

Sin duda, Ludwig Wittgenstein, el pensador más profundo del siglo XX, era bastante friki.

No hay comentarios: